Riding House Street, donde se encuentra el edificio, alberga una extraordinaria variedad de estilos arquitectónicos. A lo largo de la calle se puede pasar de las terrazas del siglo XIX a los edificios comerciales de la posguerra hasta las estructuras de losas de hormigón del siglo XX. La estética fragmentaria de la calle se caracteriza por el uso de ladrillos que sirven como material de fachada preelegido, a veces tan abundante como para formar la superficie de la calle
Fachada de ladrillos fragmentada para un edificio en Londres. Nueva visión de la estética histórica
En la Fitzroviade Londres se encuentra The Interlock, un nuevo edificio de uso mixto de cinco plantas diseñado por los arquitectos Bureau de Change para el desarrollador HGG London, una empresa fundada para comisionar arquitectura innovadora
El Interlock absorbe esta historia reformulando su fachada de ladrillos para crear un edificio de patrimonio incierto que es a la vez histórico y contemporáneo. Abandonando las dimensiones tradicionales de los ladrillos de Londres, se ha desarrollado una colección de 44 bloques de arcilla deformables y aparentemente apilables
Los ladrillos parecen estar solapados contra el vidrio, se deforman entre los pisos. Para los transeúntes, los ladrillos parecen transformarse y girar como engranajes, modelando la fachada en 3D. Su estructura se ha montado en 14 moldes de acero artesanal y se han cocido en oxidación para crear el acabado azul mate. La construcción del edificio de 5000 bloques se llevó a cabo en tres meses
Detrás de la fachada hay tres nuevas unidades residenciales y un café a nivel de la calle. La regularidad de la proporción y la apertura de la fachada amortiguan la complejidad del volumen y la huella del edificio. En la parte trasera, el edificio consiste en una serie de cajas apiladas de varias formas y tamaños. Cada piso ocupa una superficie inferior, creando una forma escalonada
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